Brujas, conocida como la «Venecia del Norte», es una ciudad medieval pintoresca y encantadora que cautiva con su arquitectura histórica y sus canales serpenteantes.
La Plaza Markt, el corazón de Brujas, es un espacio impresionante rodeado por edificios gremiales y el campanario Belfort. Los restaurantes y cafés ofrecen la oportunidad perfecta para disfrutar de la atmósfera única de la plaza.
El campanario Belfort, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ofrece vistas panorámicas de la ciudad desde su cima. Los valientes que suben sus escaleras son recompensados con una vista increíble.
La Basílica de la Santa Sangre es un lugar de peregrinación y alberga una reliquia cristiana: una supuesta gota de la sangre de Cristo.
El Lago del Amor (Minnewater) es un escenario idílico con un lago sereno y un puente de estilo gótico que inspira romanticismo y leyendas.
Los canales de Brujas ofrecen la oportunidad de explorar la ciudad en barco y apreciar sus magníficas vistas desde una perspectiva diferente.
La Plaza Burg es un lugar pintoresco con edificios históricos, incluyendo el Ayuntamiento y la Basílica de la Santa Sangre, que representan la riqueza arquitectónica de la ciudad.
La Iglesia de Nuestra Señora alberga la estatua de mármol de Miguel Ángel, «La Madonna de Brujas«, una obra maestra que atrae a visitantes de todo el mundo.
El Hospital de San Juan (Sint-Janshospitaal) es un antiguo hospital medieval que ahora alberga un museo fascinante que exhibe arte religioso y médico de la época.
Los chocolates belgas, los gofres y las cervezas artesanales son imprescindibles para experimentar la deliciosa gastronomía local de Brujas.