Lyon, la tercera ciudad más grande de Francia, es una mezcla fascinante de historia, cultura, gastronomía y encanto urbano. Ubicada en la confluencia de los ríos Ródano y Saona, esta ciudad encantadora ofrece una experiencia única para los visitantes.
El casco antiguo, conocido como Vieux Lyon, es un laberinto de calles adoquinadas y edificios renacentistas bien conservados. Aquí se encuentra la Catedral de San Juan, un imponente hito histórico y el famoso Traboules, una red de pasajes cubiertos y patios secretos que datan de la época de los romanos y que son característicos de la ciudad.
La colina Fourvière, con la Basílica de Notre-Dame de Fourvière, ofrece una vista panorámica impresionante de la ciudad y es un lugar perfecto para admirar la arquitectura religiosa y la belleza de la ciudad.
El distrito de La Croix-Rousse, conocido por su historia en la industria de la seda, es un barrio bohemio lleno de talleres de artistas, boutiques de moda, cafés y bares de moda.
Les Halles de Lyon – Paul Bocuse, el mercado de alimentos más famoso de la ciudad, es un paraíso gastronómico donde se pueden degustar y comprar una variedad de productos locales y delicias culinarias.
El Parque de la Tête d’Or, un exuberante y enorme parque urbano, ofrece un refugio tranquilo con lagos, jardines botánicos, un zoológico y espacios para relajarse.
El río Ródano ofrece paseos en barco que brindan una perspectiva única de la ciudad, permitiendo a los visitantes explorar Lyon desde una nueva perspectiva.
La gastronomía es una parte fundamental de la experiencia en Lyon. Reconocida como la capital gastronómica de Francia, la ciudad alberga innumerables bouchons, restaurantes tradicionales que sirven platos típicos de la región, como quenelles, salchichas de Lyon y la famosa sopa de cebolla.