Lisboa, la capital de Portugal, es una ciudad fascinante que combina historia, encanto tradicional y una energía vibrante. Para los turistas que visitan Portugal por primera vez, Lisboa ofrece una amplia gama de lugares que no se pueden perder.
El barrio de Alfama, con sus calles empedradas serpenteantes y casas pintorescas, es un laberinto medieval que alberga el Castillo de San Jorge. Desde sus murallas se obtienen vistas panorámicas espectaculares de la ciudad.
La Sé de Lisboa, la catedral más antigua de la ciudad, es una impresionante obra arquitectónica que fusiona diferentes estilos a lo largo de los siglos.
La Torre de Belém, un emblemático símbolo de la era de los descubrimientos, es una estructura única que ofrece una vista magnífica del río Tajo.
El Monasterio de los Jerónimos, un majestuoso monumento declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, presenta una exquisita arquitectura manuelina y alberga la tumba de Vasco de Gama.
El Barrio de Chiado y Baixa es el corazón comercial de la ciudad, con boutiques elegantes, cafeterías históricas y plazas llenas de vida. La Plaza del Comercio, una de las plazas más grandes de Europa, es un punto central que conecta la ciudad con el río.
El Elevador de Santa Justa, un ascensor histórico diseñado por un alumno de Gustave Eiffel, ofrece una vista panorámica de la ciudad desde lo alto.
El Parque de las Naciones, construido para la Expo ’98, es una moderna área de la ciudad con el Oceanário de Lisboa, el segundo acuario más grande del mundo, y el impresionante Puente Vasco da Gama.
Los Pastéis de Belém, los famosos pasteles de crema portugueses, son una delicia que se debe probar en su lugar de origen.